IGLESIA EVANGELISTICA RIOS DE PALABRA Y VIDA

Vivo yo, dice el Señor Jehová, Que No quiero la muerte del pecador, sino-Que se vuelva de sus malos camino, y que viva. Ezequiel 33:11

UNA IGLESIA AL SERVICIO DEL SEÑOR JESUCRISTO

Evangelizar es ganar almas para el reino de Dios, cumpliendo la gran comisión de Jesús, que nos manda: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” (Marcos 16:15)

FAMILIA MINISTERIAL Y PASTORAL

La familia pastoral lo constituye el Pastor. Adislao Quevedo, Ministra. Mayde Patricia de Quevedo, Ministro Rene Antonio Serrano y Ministro Ricardo Palacios Miguel, la cual estan al servicio del señor, restaurando a las almos con Dios y Predicando la Sana Dotrina que esta escrita en la BIblia

SIEMBRA LA PALABRA DE DIOS

Ayudenos a poder llevar el evangelio a las personas que estan en las calles, a los jovenes que estan en pandillas, a los enfermos en los hospitales y a los presos en las carceles, con tu ofrenda podremos llevar el evangelio en todo el pais.

OREMOS TODOS POR LA PAZ DE JERUSALEN

Orad por la paz de Jerusalén: Sean prosperados los que te aman. 7Haya paz dentro de tus muros, y prosperidad en tus palacios.… Salmos 122:6

viernes, 11 de marzo de 2016

¿Cómo puedo perdonar a aquellos que me han ofendido?


Respuesta: Todos nos hemos hecho algo indebido, ofendido y pecado contra alguien en algún punto de nuestra vida. ¿Cómo debemos responder cuando ocurren tales ofensas? De acuerdo con la Biblia, debemos perdonar.Efesios 4:32 dice; “Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.” Igualmente Colosenses 3:13 declara, “…soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.” La clave en ambos pasajes de la Escritura es que debemos perdonar a otros, como Dios nos perdonó a nosotros. ¿Por qué perdonamos? ¡Porque nosotros hemos sido perdonados!

El perdón sería sencillo si sólo tuviéramos que concederlo a aquellos que lo piden con pena y arrepentimiento. La Biblia nos dice que debemos perdonar a aquellos que pecan contra nosotros, sin condiciones. El negar el sincero perdón a una persona, demuestra resentimiento, amargura y enojo – ninguna de los cuales deben ser las características de un cristiano. En el Padre Nuestro, le pedimos a Dios que “perdone nuestros pecados, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden.” (Mateo 6:12). Jesús dijo en Mateo 6:14-15, “Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.” A la luz de otras Escrituras que hablan del perdón de Dios, Mateo 6:14-15 es la que mejor explica que la gente que se niega a perdonar a otros, realmente no han experimentado el perdón de Dios en ellos mismos.

Siempre que fallamos, al desobedecer uno de los mandamientos de Dios, pecamos contra Él. Siempre que hacemos daño a otra persona, no sólo pecamos contra ella, sino también contra Dios. Cuando vemos la enorme misericordia de Dios al perdonarnos TODAS nuestras transgresiones, nos damos cuenta de que no tenemos derecho a retener esta gracia para con otros. Hemos pecado infinitamente más contra Dios que lo que cualquier persona pueda pecar contra nosotros. Si Dios nos perdona tanto, ¿cómo podemos rehusar perdonar a otros tan poco? La parábola de Jesús en Mateo 18:23-35 es una poderosa ilustración de esta verdad. Dios promete que cuando venimos a Él, pidiéndole perdón, Él nos lo concede gratuitamente (1 Juan 1:9). El perdón que otorguemos no debe tener límites, de la misma manera que el perdón de Dios es ilimitado (Lucas 17:3-4).